¿Pueden contagiarse con el SARS-CoV-2 los individuos que ya se han inmunizado?
Sí, ello puede suceder. No son pocas las personas que reiteran esta interrogante y comentan incluso sobre ejemplos de familiares y conocidos que “habían recibido la vacuna y sin embargo resultaron positivos a la COVID-19”.
Para intentar responder esta inquietud, el primer paso es tener claridad sobre qué significa realmente estar vacunado, y en segundo lugar comprender cuál es hasta el momento la función de las vacunas anticovid existentes.
¿A qué nos referimos cuando decimos que un individuo está vacunado? Lo primero es entender que el hecho de recibir una única dosis de vacuna no hace que estemos inmunizados, por lo que la idea de sentirnos protegidos sin haber completado el esquema de inmunización diseñado para cada vacuna está lejos de ayudarnos a la tan necesaria percepción de riesgo.
Por ejemplo, tanto para la vacuna Abdala, como para la vacuna SOBERANA®02 en su esquema heterólogo junto a SOBERANA®Plus, un sujeto estará mejor inmunizado cuando reciba las tres dosis de la vacuna. En el caso de Abdala, es un esquema de aplicaciones separadas por 14 días que muestra una eficacia superior al 90% (0, 14, 28 días); mientras que para SOBERANA®02, se aplican dos dosis de este inmunógeno (con las cuales su eficacia supera el 60%) más una de refuerzo de SOBERANA®Plus, con la que la eficacia sube a más del 90%, a intervalo de 28 días. (0, 28, 56 días).
Después de aplicada la tercera dosis la respuesta inmune se incrementa considerablemente, es decir aumenta a niveles deseados, en términos de anticuerpos neutralizantes del virus.
En otras palabras, para que una persona esté en mejores condiciones frente a la exposición al virus SARS-CoV-2, necesita que esa respuesta inmune ocurra y se desarrolle, y para ello se necesitan dos condiciones mínimo: que el individuo haya completado el esquema de inmunización y que haya transcurrido un tiempo no menor a los 14 días después de hacerlo. En ambas vacunas (Abdala y SOBERANA®) luego de 14 días de administrada la última dosis, se obtuvieron los mayores porcentajes de eficacia.
De hecho, lo que podemos esperar de las vacunas está estrechamente relacionado con este último aspecto, y es que la eficacia vacunal está dada por la proporción en que el inmunógeno reduce la probabilidad de que la persona enferme de COVID-19, es decir, desarrolle síntomas clínicos de la enfermedad. Puede estar cursando la covid de manera asintomática o incluso resultar ser PCR positivo. La eficacia entonces, se expresa en la manera en que la inmunización evita que una persona infectada enferme y transite a formas graves o críticas de la enfermedad, o incluso a la muerte.
Tanto para Abdala como para SOBERANA®02, la variable principal del estudio en sus ensayos fase III, es la eficacia contra la enfermedad sintomática, que resultó ser de 92.28% y 92.4%, respectivamente. Asimismo, ambos productos en su fase III de ensayos clínicos encontraron que la eficacia en la prevención de la muerte y la enfermedad sistémica severa fue significativamente mayor; alcanzándose un 100% de prevención para los dos inmunógenos. No se reportó ningún fallecimiento en el grupo estudio vacunado.
Una vacuna es más efectiva, o está más cerca de la eficacia alcanzada en un ensayo clínico, mientras mejor sea el proceso y el programa de inmunización, y ello implica en primer lugar autocuidado y adherencia al esquema de aplicación del producto.
¿Qué otros factores pueden incidir en que aún luego de la vacunación, un número de personas pueda contagiarse con el coronavirus?
La respuesta individual de las personas a la vacuna es diferente y no depende solamente de que esta sea buena en términos generales, ni de que genere un estímulo del sistema inmune, porque la respuesta inmune de cada individuo depende de su edad y de sus comorbilidades, por ejemplo.
Asimismo, aun estando vacunados, es más probable que aquellas personas con mayor nivel de exposición al riesgo se infecten con mayor frecuencia, si bien estarían igualmente protegidos contra la enfermedad grave y la muerte. Por ejemplo, no están expuestos al mismo riesgo los trabajadores de la Salud que laboran diariamente con personas enfermas —incluso pueden atender a personas infectadas por diferentes variantes del virus—, a quienes están en sus casas, recibiendo solo la influencia de sus familiares.
En las epidemias, para evitar las grandes crisis sanitarias, es muy importante evitar los eventos de superdispersión, o sea, aquellos que se producen en lugares donde pueden contagiarse gran cantidad de personas. Cuando las personas se exponen en sitios de gran concentración de población, el riesgo de contagiarse es mayor, sobre todo en un ambiente de cocirculación de varias variantes del virus.
Para lograr un real impacto sobre la infección hay que incrementar significativamente las coberturas vacunales; es decir, se necesita un porcentaje grande de población protegida que permita reducir la circulación viral y evitar la infección.
Por eso no es extraño que personas vacunadas puedan infectarse. En este minuto, lo importante con las vacunas es evitar que transiten a formas graves o severas de la enfermedad.
Por otra parte, existen nuevas variantes del virus que pueden escapar al efecto de las vacunas, como la beta (notificada por primera vez en Sudáfrica) y la más reciente variante, ómicron; incluso aunque las personas hayan recibido su dosis de refuerzo.
Si el organismo no tiene elevados títulos de anticuerpos neutralizantes —que pueden estar mediados por su respuesta individual— entonces puede la persona infectarse. Por ejemplo, hay una reducción de la respuesta inmune en las personas de mayor edad o en aquellos que tienen algunas comorbilidades, y esto no solo ocurre con las vacunas contra la covid, sino en todas, porque siempre hay personas que son “no respondedores”.
A pesar de estar vacunado un individuo puede infectarse con la variante original del virus y con mayor probabilidad con las variantes mutadas del virus que vinieron después, pues la respuesta de las vacunas es menos específica. Sin embargo, se ha demostrado que los anticuerpos neutralizantes cuando están en niveles elevados pueden también neutralizar al virus mutado.
En estos momentos, la vacuna contra la covid añade valor al efecto de las medidas sanitarias que se ejecutan—nasobuco, distanciamiento e higiene—, por eso la población debe entender la necesidad de protegerse hasta tanto se haya vacunado un nivel significativo de población que posibilite impactar sobre la circulación del virus”.
La cuestión fundamental es que si usted es de las personas que ya se ha vacunado, no se confíe y ayude a su sistema inmune cumpliendo con las medidas establecidas. En términos sencillos dele tiempo para responder.